sábado, 24 de outubro de 2009

JUSTICIA INDÍGENA



 JUSTICIA INDÍGENA




El Cayapan, era el máximo jefe de la tribu y integrante del Consejo de la Nación Indígena. Además de su propiedad en la aldea tenia una casa en la ciudad y una moderna camioneta cabina doble. Había estudiado y finalizado su carrera de abogado. Viajaba por Europa dando conferencias sobre los serios problemas que enfrentaba su pueblo en el Brasil  y  ademas era gran exportador de "castaña del Para" en especial para Alemania, Francia y otros países. Esta semilla era importantísima para la fabricación de cosméticos.

Sus hijos disponían de profesora particular para estudiar en la propia aldea. Era una joven de veinte años, contratada en Redención la capital del municipio y que solo los fines de semana volvía a la ciudad en la camioneta del jefe y su familia .

La denuncia de violación fue realizada en la policía de la ciudad por la joven y su madre. Según decía el Jefe indio la había violado en la carrocería del vehículo mientras viajaba para Redención y en la presencia de la mujer del indio. Esta la había atacado a mordidas por todo el cuerpo como muestra de celos, mientras el hombre realizaba el acto.
La joven y su familia pedían un millón de dólares de indemnización para "lavar su honra".

La noticia recorrió el país y el mundo, el jefe indio era una personalidad internacional. Radio, Tv., diarios y revistas hablaban de los hechos y especulaban influenciados por el pedido de indemnización.

La Justicia blanca reclamaba la prisión inmediata del indio para realizar las investigaciones del caso que conducirían al juzgamiento. Por otro lado los altos jefes indios hacían su parte y iniciaban reuniones cumbres que conducirían a una determinación de su propia justicia. Casi seis meses transcurrieron y la presión sobre la captura del Jefe infractor parecía inminente. La orden de que la Policía Federal se encaminára a la aldea donde se había refugiado, para su detención, así lo demostraba.

La resolución de la cumbre indígena fue fulminante: " Reconocemos la culpabilidad del Payacan, no será paga ninguna indemnización, nuestras mujeres e hijas así como nuestras tierras desde la colonización han sido violadas por el hombre blanco, su Justicia nunca dio un fallo para castigarlo. Solo nosotros tenemos derecho a juzgar a otro indio y lo juzgaremos. La movilización policial o militar en nuestros territorios será considerado una agresión la que contestaremos con la guerra.

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